El fundador, al que apodaban ‘Elefante’ por su estatura (rondaba los dos metros y destacaban también sus profundos ojos azules), se hizo amigo de Mustafa Kemal Atatürk, considerado el padre de la Turquía moderna, y ello le hizo tener importantes cargos políticos en su posterior carrera. Un jugoso negocio que aprovecha el tirón mediático del deporte rey para hacer caja.