Resulta que el equipo jugó un amistoso contra un combinado del ascenso hace dos mil años y el utilero se olvidó de llevar el bolso con las camisetas, entonces tuvo que salir de apuro a conseguir cualquier cosa que se pareciera a una remera. Llegan los años 20 y con ellos, una modernización en las camisetas, que ya son más ligeras y más ajustadas. Para lo que a otras tiendas puede resultar un negocio, para nosotros es pura pasión.